Se atribuye a Newton (entre otros) el decir que había logrado llegar a sus descubrimientos subido en los hombros de gigantes, refiriéndose a los grandes científicos anteriores a él. Hoy algunos, si no muchos, científicos son enanos frente al poder del dinero.Es sabido que el resultado de muchos estudios dependen de quién los financie. Así el detergente sin fosfatos es más o menos ecológico que el que los tiene según si quién financia el estudio es una marca u otra. Las bacterias de los yogures pasan o no pasan vivas al intestino según de donde proceda la información. ¿Adivinan quién paga cada uno de las investigaciones?. ¡Muy bien!. Efectivamente: los fabricantes de yogures comunes o los de productos esterilizados (y por tanto sin bacterias), de esos que no necesitan frío.
Pero estos resultados a medida no son nada comparados con los argumentos de los escépticos del cambio climático. Entre éstos escépticos está el conocido Manuel Toharía que parece saber más que todos los expertos que alertan sobre el problema. Hay un gran contraste entre sus opiniones y las de un científico tradicional (en el sentido más noble del término).
Evidentemente la industria del petróleo y sus asociados tienen muy buenos amigos.
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