domingo, 13 de junio de 2010

Pues habrá que hacer algo...

Para cantar mientras lees
Para seguir habrá que aportar alguna idea, porque desanimar no es lo mío, aunque lo parezca. Hasta voy a cambiar al pollo dormido de la esquina, aprovechando que ahora puedo ampliar el espacio con la plantilla. Vamos allá.
Un artículo de Fenando Villespin de un día de estos comentaba el desánimo generalizado y los pasos del duelo. "De la perplejidad inicial que nos produjo la crisis pasamos después a una irritación colectiva, para acabar en una grave preocupación, cuando no en el puro miedo. Todavía no hay pánico, pero sí muchas quejas y lamentos. Y el destinatario obvio de todas ellas es siempre la política... más allá de implicaciones en grupos corporativos, nuestro compromiso social es escaso...no hay una sociedad civil propiamente dicha con capacidad de vertebración en la línea de asumir actitudes acordes con estos tiempos...
...No nos engañemos, esta vez la solución no vendrá desde arriba, desde la política institucional. Inexorablemente pasa por el compromiso de todos."
Y si es así solo queda volver a organizarse, recuperar la discusión política propia, expresar ideas propias. Todo el política, así que habrá que volver a hacer política. ¿Cuántos de nosotros, en otro tiempo, considerábamos que los gestos si importaban?. Ahora todo nos (me) parece poco importante porque no podemos luchar con el monstruo, porque las utopías no existen, porque el mundo no será un paraíso. No, no lo será, pero siempre podemos hacerlo un poco mejor. Y a nosotros también. Ni calimeros ni peterpanes, que diría @uhandrea.
La letra de la canción del inicio dice algo así:
"¿Cuántos somos? ¿Cuatro, uno,tres, cinco, siete? ¿Qué hemos hecho? Nada ¿Qué hacemos? Pegarnos entre nosotros ¿Qué vamos a hacer? ¿Matarnos entre nosotros?
Nuestras intenciones, esperanzas, el pueblo, la libertad, la justicia, la paz,la verdad, el amor...¿Mitos, simples palabras?
¿Cuántos somos? ¿Cuatro, uno,tres, cinco, siete? ¿Qué hemos hecho? Nada ¿Qué hacemos? Pegarnos entre nosotros ¿Qué vamos a hacer? ¿Matarnos entre nosotros? ¡Eso no! ¡Eso no! ¡Eso no!"
Hoy, en un tweet de Piscitelli me ha llegado una recomendación de este libro. Lo he comprado. Quizá todos necesitemos un rearme moral para empezar a intervenir, de nuevo o por primera vez, en el entramado social. Por cierto, el correo de well de Piscitelli es una tarjeta de visita.
Como dice Josep Vallés en ¿Cuanto mercado puede soportar la democracia?: "Cada día parece menos probable que la política democrática consiga terminar con la barra libre abierta a los denominados mercados. Pero si no lo consigue, pocas esperanzas podrán albergarse en una recuperación duradera de más confianza democrática, de más estabilidad social e incluso de mayor crecimiento económico". La política democrática debemos ser nosotros, porque parece claro que no es el sistema político actual.
Tenemos redes y herramientas, parece que sabemos o debiéramos saber usarlas, muchos marcamos estrategias organizativas. No podemos dimitir del activismo social.
Así que a ello. A oir vieja música y leer viejos libros, a rearmarnos. Yo, de momento voy a despertar al señor del banner.

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